martes, 18 de febrero de 2020

UNIDAD 6 - 4º ESO

PIO BAROJA
Principal novelista de la época.

  • La busca: bajos fondos madrileños de principios del siglo XX.
  • El árbol de la ciencia: ambiente universitario.
  • Zalacaín el aventurero: ambientada en el País Vasco.
JOSÉ MARTÍNEZ RUIZ " AZORÍN"
Escribió novelas, ensayos y artículos periodísticos.
Ensayos: análisis de los problemas del país.
Novelas más destacadas:

  • Las confesiones de un pequeño filósofo
  • La voluntad


5. ANTONIO MACHADO
Obras principales:

  • Soledades. Galerías. Otros poemas: combina Modernismo con un tono melancólico y una  reflexión sobre el tiempo, la muerte, Dios...
  • Campos de Castilla: temas típicos de la Generación del 98: paisaje castellano, decadencia española.
Sus preocupaciones filosóficas las expresa mediante símbolos:
  • Fuentes, río, noria = paso del tiempo
  • Mar = futuro o muerte
  • Camino = vida
6. EL TEATRO DE PRINCIPIOS DE SIGLO
Se rompe con el teatro realista del siglo XIX.

JACINTO BENAVENTE
Premio Nobel de Literatura, creador de la nueva comedia.
Características:
  • Realismo en los diálogos y ambientes cotidianos
  • Intención crítica hacia las costumbres de la burguesía
Obras: 
  • Los intereses creados
  • La malquerida

RAMÓN MARÍA DEL VALLE-INCLÁN
Principal renovador del teatro de principios del siglo XX. Él le llamó "esperpento": por la deformación de la realidad para mostrar sus aspectos más trágicos y grotescos.
Obras:
  • Divinas palabras
  • Los cuernos de don Friolera
  • Luces de bohemia: cuenta un paseo nocturno por Madrid de Max Estrella (poeta ciego fracasado pero idealista) y su amigo don Latino. Es una sátira de personajes y situaciones. Final: trágica muerte de Max, que significa la derrota del idealismo y la imposibilidad de una sociedad justa e igualitaria.


JUAN RAMÓN JIMÉNEZ




Remembranzas

Juan Ramón Jiménez



Recuerdo que cuando niño
me parecía mi pueblo
una blanca maravilla,
un mundo mágico, inmenso;
las casas eran palacios
y catedrales los templos;
y por las verdes campiñas
iba yo siempre contento,
inundado de ventura
al mirar el limpio cielo,
celeste como mi alma,
como mi alma sereno,
creyendo que el horizonte
era de la tierra el término.
No veía en su ignorancia
mi inocente pensamiento,
otro mundo más hermoso
que aquel mundo de mi pueblo;
¡qué blanco, qué blanco todo!,
¡todo qué grande, qué bello!
Recuerdo también que un día
en que regresé a mi pueblo
después de largos viajes,
me pareció un cementerio;
en su mezquina presencia
se agigantaba mi cuerpo;
las casas no eran palacios
ni catedrales los templos,
y en todas partes reinaban
la soledad y el silencio.
Extraña impresión sentía
buscando en mi pensamiento
la memoria melancólica
de aquellos felices tiempos
en que no soñaba un mundo
como el mundo de mi pueblo.
¡Cuántas veces, entre lágrimas
con mis blancos días sueño,
y reconstruyo en mi mente
la visión de aquellos tiempos!
¡Ay!, ¡quién de nuevo pudiera
encerrar el pensamiento
en su cárcel de ignorancia!,
¡quién pudiera ver de nuevo
el mundo más sonriente
en el mundo de mi pueblo!